El general David Petraeus y su amante y biógrafa, Paula Broadwell, utilizaban
para comunicarse sin ser descubiertos una técnica bastante simple. Ambos
compartían una misma cuenta de gmail. Uno entraba y escribía un mensaje y, en
lugar de enviarlo, lo dejaba en la carpeta de borradores. El otro entraba, leía
el mensaje y lo borraba.
La relación extramarital se ha descubierto cuando otra “amiga”,
llamada Jill Kelley, fue amenazada por e-mail por Paula Broadwell.
“Las mujeres todavía no están maduras para la poligamia. En
Irak y Afganistán no son tan remilgadas. ” Ha afirmado el general.
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