Antonio Burgueño y Javier Fernández-Lasquetty, muy contentos ante un ejemplo de su modelo
Antonio Burgueño es el Director
General de Hospitales de la Comunidad de Madrid, que ha puesto en pie de guerra
a la sanidad madrileña.
El consejero Javier Fernández-Lasquetty
y Blanc afirma que Antonio Burgueño es un hombre que tiene las ideas muy claras. Vamos a comprobarlo
en sus propias palabras:
“Cualquier atributo que a este
modelo de relación empresarial se quiera decir que se va a seleccionar al
enfermo de una forma adversa, quitándose del caro y cogiendo el barato, será la
ruina del concesionario. Porque por ese mecanismo abonaría los procesos que se
le vayan perdiendo la bondad de la cápita por la carestía de un proceso.”
Esto no me ha quedado muy claro.
Pasemos a otra cosa.
“Es verdad que he adjudicado a
Ribera Salud el hospital de Torrejón, es verdad que mi hijo, Antonio Burgueño
Jerez, es jefe de Unidad de Desarrollo de Negocio y Calidad de Ribera Salud,
pero no hay ningún conflicto, yo no adjudico el concurso de Torrejón. La
licitación no es ni de mi dirección general, sino de la de Infraestructuras.”
Esto sigo sin verlo muy claro o
quizás lo veo demasiado claro. Vamos a una última frase:
“Pagar treinta, cuarenta,
cincuenta euros…al médico de cabecera, generaría otra relación entre el médico
y el paciente…es algo que redundaría en
un nuevo modelo sanitario, más entrañable… Y eso no es copago, es
financiar aquello que cabe en la cesta de la compra…de cualquier persona.”
Ahora lo veo claro. Su modelo es
un modelo entrañable, quizás porque le van a sacar las entrañas a los
pacientes. O porque, como Jack el Destripador, van a ir por partes y se
disponen a trocear y vender como casquería la sanidad madrileña. Ahora sí que lo
tengo claro, el consejero Lasquetty tiene en la cabeza lo que podemos llamar el
modelo Jack el Destripador.
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