Mala suerte:
Llamarse Emilia Soria. Ser madre soltera y gastarse 193 euros en pañales y comida para sus dos hijas con una tarjeta que no era suya. Ser defendida por un abogado de oficio. Resultado: dos años y medio de cárcel sin indulto.
Buena suerte:
Llamarse Ramón Jorge Ríos Salgado. Ser vendedor de coches, matar a un joven, José Dolz España y dejar gravemente herida a su novia Paula, jugando a conductor kamikaze. Ser defendido por el bufete -Uría y Menéndez- en el que trabajan el hijo de Rúiz-Gallardón y el hermano de Ignacio Astarloa. Que el gobierno se pase por el forro el informe negativo de la Fiscalía, de la Audiencia Provincial y de las víctimas. Resultado: indultado de los 13 años de cárcel, que se sustituyen por 4.200 euros.
Mala suerte:
Tener este ministro de justicia.
Buena suerte:
Que no puede durar mucho.
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